La Casa – Hacienda es una construcción vieja amplia y preminente. Posee muchas habitaciones oscuras y un gran patio central. En la parte baja hay cuartos oscuros que terminan configurando un crecido y laberíntico sótano, hacia el lado exterior no está de más visitar el lugar donde se castigaban a los esclavos. Todavía se conserva el CEPO. Donde los negros sancionados tenían que permanecer con los tobillos engrillados o las manos esposadas. Es un habitación oscura y poco ventilada.
Cuentan los lugareños que entre la Casa – Hacienda y la Iglesia existe un misterioso pasaje subterráneo que se comunicaba con otras haciendas y llegaba hasta la playa de Tambo de Mora. Todavía se puede encontrar en él huesos humanas. Sobre tales Catacumbas se ha tejido muchas historias hay quienes que estos corredores servían para unir San José con el Templo de Tambo de Mora.
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